Borderlands 4 llega con un mundo abierto más grande y lleno de acción.

Borderlands 4, que llegará al mercado en solo una semana, marcará un antes y un después en la saga gracias a un giro importante en su diseño. En lugar de dividir la aventura en distintas localizaciones, el juego presentará un único escenario abierto y persistente: Kairos, una gigantesca prisión que funcionará como mundo abierto. Allí, los jugadores asumirán el papel de un exterminador atrapado junto a otros reclusos, enfrentándose a misiones, combates y sucesos que se desarrollarán sin interrupciones.
Lo más llamativo es el tamaño del mapa, estimado en 54 km² según cálculos de la comunidad. Esto lo sitúa por encima de Skyrim (37–40 km²) y lo acerca a otros mundos masivos como GTA V (75,84 km²) o Elden Ring (79 km²). Pero la novedad no está solo en la extensión, sino en cómo se aprovechará el espacio: habrá zonas subterráneas, edificios con varios niveles de verticalidad y eventos aleatorios que surgirán mientras se recorre el planeta en vehículo. Dichos eventos no se repetirán en el mismo lugar, lo que asegura que cada partida sea distinta y fomente la exploración constante.
Con estas innovaciones, Gearbox busca que Borderlands 4 no solo destaque frente a juegos de mundo abierto de la competencia, sino que también se diferencie claramente de sus entregas anteriores, ofreciendo una experiencia más viva, variada y llena de sorpresas.