Ghost of Yotei no es solo samuráis y nieve. Es respeto, historia y cultura viva

Ghost of Yotei no es solo una historia de venganza ambientada en el Japón feudal, es también una carta de respeto a la cultura ainu, el pueblo indígena de Hokkaido. Desde el inicio, el equipo de Sucker Punch sabía que representar esa cultura con autenticidad era clave. Por eso viajaron directamente a Japón, convivieron con comunidades locales, caminaron por los mismos paisajes que sus personajes y hasta recolectaron verduras con familias ainu. Esa experiencia fue tan profunda que decidieron integrarla al juego como una mecánica real.

El juego se desarrolla en 1603, justo cuando comienza el período Edo bajo el shogunato Tokugawa. Mientras el resto de Japón entraba en una era de paz y crecimiento, Hokkaido seguía siendo una tierra salvaje habitada por los ainu, con sus propias tradiciones, lengua y símbolos como los tatuajes labiales, que luego serían prohibidos. El equipo también exploró lugares como la península de Oshima y el Museo Ainu de Nibutani, estudiando desde arquitectura tradicional hasta objetos cotidianos, para darle más alma al mundo de Ghost of Yotei.

El resultado es un juego que busca más que entretener: quiere que vivas la historia, la naturaleza y el choque cultural entre los ainu y los wajin. Todo, sin dejar de lado la acción intensa y visualmente espectacular que caracteriza a Sucker Punch.